El esmalte
dental es uno de los tejidos más duros del organismo. Presenta un alto
contenido mineral (aproximadamente un 95%), carece de suministro nervioso y es
soluble en ácido. Ante la presencia de ácidos, pierde su integridad, porque empieza
a perder su contenido mineral: se desmineraliza. El rasgo más característico
del esmalte es que está constituido por una serie de cristales hexagonales,
que se encuentran densa mente empaquetados, llamados cristales de
Hidroxiapatita. Una vez que se pierde el esmalte, éste no se reconstruye. Es
decir, no se recupera .Pero lo que sí puede haber es una remineralización.
¿Qué es una remineralización? Es la modificación de las estructuras duras del
diente por inclusión de minerales en su interior, cuando previamente han sido
des-mineralizadas. ¿Y de dónde pueden venir esos minerales? De la saliva.
¿Qué tiene
que ver la saliva con la Erosión ácida?
La saliva es una mezcla compleja de líquidos provenientes de
las glándulas salivales mayores y menores. Está constituida principalmente de
agua (99%) y proteínas. La parte proteica consta de glucoproteinas salivales y
mucina, y tiene otros
componentes orgánicos como células epiteliales descamadas, bacterias, virus,
hongos etc. Frente a la erosión ácida, la saliva va a cumplir las siguientes
funciones:
• Dilución y
aclaramiento de las sustancias erosivas de la boca.
• Capacidad buffer: neutraliza los ácidos
provenientes tanto de la dieta como de los MOG para que no lleguen a dañar el
esmalte.
• Capacidad remineralizante: tiene iones
calcio y fosfato que son capaces de remineralizar al esmalte desmineralizado.
• Formación de la película salival: forma
una capa protectora que dificulta la acción de los ácidos.
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