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sábado, 1 de febrero de 2014

El esmalte dental es uno de los tejidos más duros del organismo. Presenta un alto contenido mineral (aproximadamente un 95%), carece de suministro nervioso y es soluble en ácido. Ante la presencia de ácidos, pierde su integridad, porque empieza a perder su contenido mineral: se desmineraliza. El rasgo más característico del esmalte es que está constituido por una serie de cristales hexagonales, que se encuentran densa mente empaquetados, llamados cristales de Hidroxiapatita. Una vez que se pierde el esmalte, éste no se reconstruye. Es decir, no se recupera .Pero lo que sí puede haber es una remineralización. ¿Qué es una remineralización? Es la modificación de las estructuras duras del diente por inclusión de minerales en su interior, cuando previamente han sido des-mineralizadas. ¿Y de dónde pueden venir esos minerales? De la saliva.

¿Qué tiene que ver la saliva con la Erosión ácida?

La saliva es una mezcla compleja de líquidos provenientes de las glándulas salivales mayores y menores. Está constituida principalmente de agua (99%) y proteínas. La parte proteica consta de glucoproteinas salivales y mucina, y tiene otros componentes orgánicos como células epiteliales descamadas, bacterias, virus, hongos etc. Frente a la erosión ácida, la saliva va a cumplir las siguientes funciones:

• Dilución y aclaramiento de las sustancias erosivas de la boca.

Capacidad buffer: neutraliza los ácidos provenientes tanto de la dieta como de los MOG para que no lleguen a dañar el esmalte.

Capacidad remineralizante: tiene iones calcio y fosfato que son capaces de remineralizar al esmalte desmineralizado.


Formación de la película salival: forma una capa protectora que dificulta la acción de los ácidos.

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